La interpretación consecutiva

La interpretación consecutiva es el tipo de interpretación que tiene lugar inmediatamente después de que el orador haya pronunciado su discurso. Durante el discurso del orador, el intérprete toma notas de lo que se dice, para luego traducir el concepto a la lengua de destino con precisión y exactitud. El orador y el intérprete se alternan en intervalos de tiempo marcados de duración variable.

Los pilares de la interpretación consecutiva

La interpretación consecutiva se basa en la técnica de toma de notas (de la expresión francesa «prise de notes»), que el intérprete utiliza para anotar el contenido de la exposición con el fin de reproducir fielmente las palabras del orador en otro idioma. Los aliados con los que el profesional cuenta durante la sesión de interpretación consecutiva son el bolígrafo, el bloc de notas y, sobre todo, una excepcional capacidad de memorización.

En este caso no se requieren medios tecnológicos como las cabinas de traducción para la interpretación simultánea.
La alternancia entre el discurso y la traducción suele acordarse de antemano entre el hablante y el intérprete y se estructura en intervalos regulares, normalmente de entre 5 y 15 minutos de duración. El intérprete, situado junto al orador, traduce solo cuando este termina su intervención, de manera total o parcial.

Las fases que caracterizan la interpretación consecutiva son básicamente dos:

  • Escucha activa y toma de notas, para una comprensión global
  • Reproducción del discurso en la lengua de destino, siguiendo las notas tomadas previamente

La interpretación consecutiva profesional

Para facilitar la traducción, siempre es conveniente proporcionar al intérprete información y material sobre el tema con antelación, para que pueda prepararse adecuadamente y documentarse a fondo, por ejemplo, sobre los términos técnicos del sector o las personas presentes en el evento. Sin embargo, el papel crucial lo desempeña el intérprete y las habilidades de escucha que ha desarrollado a lo largo del tiempo, que orientará a una finalidad diferente a la habitual: mientras que las personas corrientes escuchan para responder o conversar, el intérprete se centra en memorizar lo que ha dicho el orador y reproducir posteriormente el mensaje en una lengua extranjera.. Pero esta no es la única variante entre una interpretación consecutiva profesional y una no profesional. La preparación lingüística y los conocimientos previos del intérprete, gracias a los cuales es capaz de comprender cada pasaje de la argumentación del orador y transmitir correctamente su significado completo, así como los matices concretos, incluso los más imperceptibles, son de gran importancia.

¿Cuándo y dónde es útil la interpretación consecutiva?

La interpretación consecutiva está indicada para aquellas ocasiones en las que es necesario traducir solo a una lengua extranjera. La flexibilidad es sin duda una baza, al igual que el control de costes, ya que no se requiere ningún equipo tecnológico de apoyo. El aspecto menos ventajoso es el relativo al tiempo: con la interpretación consecutiva, el tiempo de un discurso normal se amplía hasta llegar a duplicarse, un aspecto a tener en cuenta a la hora de organizar un evento. Los contextos en los que se prefiere la interpretación consecutiva son: juicios, entrevistas con periodistas, ruedas de prensa, reuniones bilaterales, encuentros diplomáticos, presentaciones de libros, productos o personalidades, debates, reuniones de negocios, seminarios médicos y hospitalarios, incluso reuniones muy técnicas, mesas redondas, presentaciones de proyectos, grupos de trabajo.

INTERPRETACIÓN CONSECUTIVA: LA OPCIÓN DEL SISTEMA BIDULE

Las interpretaciones consecutivas siempre se pueden complementar con un sistema bidule (equipos de interpretación simultánea sin cabina ), que puede mejorar significativamente la recepción de la comunicación. En este caso, los oyentes reciben unos auriculares especiales con un receptor a través del cual se emite la traducción, con un sonido extremadamente limpio y menos interferencias ambientales que en el caso del discurso a secas.